Que los cimientos de nuestra sociedad están construidos sobre principios de heteropatriarcado, no es algo nuevo. Pero… ¿y nuestras casas? Pues parece que también. Según algunas teorías sobre habitabilidad, la distribución de las viviendas de hoy en día, son “fruto del heteropatriarcado y del papel de cuidadoras que se le ha atribuido tradicionalmente a la mujer”. Por eso han comenzado a estudiarse y a desarrollarse proyectos de casas feministas, que dentro de poco serán obligatorias en el País Vasco, y se empiezan a considerar en la Comunidad Valenciana y en Cataluña.

¿En qué consiste una casa feminista?

Lo cierto es que es muy habitual tener la casa separada del salón, para que mientras la mujer cocinaba, no molestase al hombre afincado en su trono de poder que es el salón.

Una casa feminista, debe garantizar que en una casa de 25 metros cuadrados, al menos 7 deben estar destinados a la cocina. Además, se trata de crear espacios abiertos e interrelacionados, es decir, que prevalezca la cocina-comedor por encima de la cocina segregada. Al menos se considera que debe estar cerca del salón y tener conexión visual para evitar la “exclusión” de la persona encargada de cocinar.

Otras características son que tengan un espacio propio para hacer la colada y que no haya dormitorio principal.

El dormitorio principal

La idea no es solo que sean casas feministas, propiamente dichas, si no que haya una desjerarquización de los espacios, para evitar situaciones de desigualdad, subordinación o desequilibrio en el uso de las habitaciones. De hecho, una de las normas que incluye el Gobierno del País Vasco, es que se elimine el cuarto de baño dentro del dormitorio y que todos los dormitorios deben tener al menos 10 metros cuadrados. En el caso que haya 3 dormitorios, se permite que una de ellas ocupe 8,5 metros cuadrados.

Hacer la colada

Las casas feministas deben contar con un espacio reservado para el “ciclo de lavado de ropa”, que debe ubicarse bien en la cocina, el aseo o un recinto específico, con idea de fomentar la corresponsabilidad.

Los baños

En cuanto a los baños, en Barcelona proponen “cuartos compartimentados por uso” es decir, separar el váter del lavabo con un tabique que permita el uso simultáneo sin tener que duplicar la duplicidad de espacios.

Zonas comunes

Otra de los asuntos a considerar es el de las áreas comunes. Sobre todo en portales y urbanizaciones. Las recomendaciones son que se eviten en cualquier caso la existencia de ángulos muertos, retranqueos, esquinas, zonas oscuras y otros espacios que puedan poner en peligro la seguridad de las personas.

En Vibay hemos considerado la mayoría de estas recomendaciones, como principios de primordiales para la distribución de nuestras viviendas. No porque queramos subirnos al tren de las tendencias, si no simplemente porque las hemos implementados como consecuencia de un pensamiento consecuente y razonable. Pisos pensados para vivir.

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